Los rincones o zonas de juego son pequeños espacios en el aula donde los niños realizas sus investigaciones, desarrollan sus proyectos, manipulan, se relacionan con sus compañeros y ponen en marcha toda su creatividad.
Los rincones atienden a la diversidad en el aula, porque cada niño actúa a su ritmo y según sus necesidades y experiencias.
Uno de los grandes valores de estos espacios de juego es sin duda su valor social, porque posibilita la comunicación e interacción, la organización y el comportamiento en pequeños grupos, elaborando y aceptando normas de convivencia.
En los rincones es importante ofrecer la posibilidad de que puedan vivir de forma lúdica unas situaciones cotidianas y de poder experimentar con su propia actividad los diferentes roles que hay a su alrededor.
La intencionalidad es crear espacios que inviten a la alegría, a sentirse a gusto y potenciar el desarrollo de los niños que van a pasar en ellos una parte importante del día.
En cada rincón o zona de juego tienen unos objetivos determinados, pero en líneas generales pretenden:
- El desarrollo global del alumno.
- Facilitar la actividad mental, la planificación y la toma de decisiones.
- Potenciar aprendizajes significativos.
- Desarrollar la creatividad e imaginación.
- Facilitar la comunicación entre el grupo, adquirir hábitos y normas de comportamiento y control de las emociones.
- Contribuir al desarrollo del lenguaje oral.
- Propiciar la autonomía y desenvolvimiento en el aula
- Asumir responsabilidades. (limpieza, orden, etc)
En consecuencia los rincones permitirán a los niños a jugar libremente y también a realizar actividades propuestas por mi y que tengan una clara objetivo con algún contenido que estemos trabajando.
El juego tiene un valor intrínseco y en consecuencia, no podemos menospreciar su valor educativo, los niños y niñas necesitan compartir espacios, juguetes y establecer reglas, en suma disfrutar y ser felices.
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