La palabra paciencia describe la capacidad de un sujeto para tolerar, atravesar o soportar una determinada situación sin experimentar nerviosismo ni perder la calma.
La paciencia es sin duda una gran herramienta que es necesaria aprender a gestionarla en edades tempranas porque a través de ella podemos conseguir grandes logros y éxitos a lo largo de nuestra vida.
La paciencia es sin duda una gran herramienta que es necesaria aprender a gestionarla en edades tempranas porque a través de ella podemos conseguir grandes logros y éxitos a lo largo de nuestra vida.
Los niños a estas edades se caracterizan por su gran impaciencia, son impulsivos, nerviosos y les cuesta esperar, es nuestra labor enseñarles y ayudar a gestionar su sentido del tiempo.
Saber tolerar y aceptar frustraciones, retrasos ante una demanda, forman parte del aprendizaje de la vida y que tendrá que ir aceptando de una forma progresiva a lo largo de su crecimiento.
Como podemos ayudarles:
- Los niños aprenden muchas conductas por imitación, esto quiere decir que los padres deben ser pacientes y darles un modelo de serenidad .
- No darles rápidamente todo lo que desean.
- Enseñarles a esperar, no acudir inmediatamente ante sus demandas. aunque sabemos que hay situaciones a las que no podemos hacerle esperar: hambre, sueño, cansancio...
- Cuando acudamos a lugares donde hay que esperar, llevarles cuentos, dibujos, puzzles donde ellos puedan emplear ese tiempo.
- Enseñarles a pedir las cosas de forma educada: "por favor" y "gracias".
- Explicarles por qué hay que esperar: hay cosas de las que se obtienen mejores resultados si sabemos ser pacientes.
- Paciencia en situaciones sociales: esperar el turno para hablar, saber esperar para subir a una atracción, para entrar en el cine, etc.
- Enseñarles a no interrumpir una conversación.
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